domingo, 25 de abril de 2010

Visitando a los Textos


Confieso que me da vergüenza leer lo que hace algún tiempo escribí, sea hace unos años, el pasado o el mes anterior a este, me da vergüenza igual. Esto implica reencontrarme con mis inquetudes, alegrías, mi mala puntuación, metáforas a las cuales quizás ya ni recuerdo a que me refería, etc. Cada vez que reviso pareciera ser que he madurado un poco o simplemente tengo esa ilusoria sensación, porque veo los hechos de una manera más externa, con el conocimiento de las causa/consecuencia de ese momento en particular.
Haciendo un compendio de las cosas que más me sorprendieron, selecciono 3, primero algo ya mencionado, mi mala puntuación, recién ahora creo estar mejorando significativamente. Tan básico es que ni me había dado cuenta. Segundo, mi temor por dar a conocer lo que me ocurre, bien contradictorio, en el fondo quiero ser escuchada, pero no quiero que sepan en específico qué pasa. La solución a eso es mi cadena de figuras retóricas rebuscadas, algunas bien bonitas, sin embargo ni siquiera yo al leerlas, un tiempo después de haberlas publicado, sé a qué se refieren; ya no tengo ganas de hacer eso. Sí de usar alegorías que estén entrelazadas al tema, que salgan con la naturalidad de un respiro y no que éstas sean forzadas como lo hace el pobre que exprime una naranja inmadura, esperando que de ella salga tierno jugo.
Tercero, chao de por vida a mi tema recurrente, lo que me motivó a tomar ese estilo un poco rococó para escribir, afortunadamente ya dejó de ser el "tú" de mis monólogos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario